viernes, 23 de septiembre de 2022

RECONOCIMIENTO DEL GOBIERNO DE CHILE AL General San Martin después de su Liberación finalizada la Batalla de Maipú

 

Durante el proceso de organización política del Gobierno de Chile, luego de la derrota de “Cancha Rayada” (Chile), donde el pueblo de Santiago de Chile creyó derrotado a San Martin y su ejército el 19 de marzo de 1818, donde entre calumnias corrió el comentario de la muerte de San Martin y se pensaba derrotada la campaña por la independencia de Chile, aparece San Martin montado en su caballo junto a su ayudante dispuesto a recuperar , como lo manifestara, en pocos días la gloria para las tropas. Así, en pocos días el 05 de abril, obtiene el triunfo patriota  en Maipú, Chile; este hecho de armas consolido definitivamente la libertad del Pueblo Chileno, aunque hoy, se piense que el pueblo chileno es indiferente al sacrificio que hizo el Padre de la Patria. Una vez organizado el Ejército Unido formado por las tropas de los ejércitos de los Andes y de Chile, y mientras San Martin buscaba desesperadamente apoyo en Buenos Aires y el Director Supremo, Pueyrredon respondía negativamente debido a la crisis económica por la que atravesaba el gobierno en formación.  Desde Chile San Martin organizo una escuadrilla  naval a órdenes del Almirante Blanco Encalada. A la que poco tiempo después se incorporaría el nuevo buque adquirido en Inglaterra, y el mando general naval de la escuadra es confiado al marino Ingles Almirante Lord Cochrane. El nuevo buque al que nos referiremos para conocer su historia fue bautizado “San Martin”, en un sincero y profundo reconocimiento al Padre de la Patria que estaba conduciendo lo que mucho ya consideraban una epopeya sin precedente. En enero de 1819, la escuadra lograba su primer éxito encerrando a la escuadra realista enemiga en el Puerto de “El Callao” en Perú. Veamos la historia de este buque de efímera vida al servicio de la expedición libertadora, pero que evidencia el sentimiento de reconocimiento a la titánica empresa.

Esta nave fue construido en 1802 en el astillero Depford en Inglaterra, su nombre al botarlo fue “Cumberland” lo destinaron al servicio mercante Ingles, a la carrera de la India y China por la vía del Cabo. Prestaba servicios a la compañía East India Company. Sus características eran Eslora 47,4 metros, manga 12,84 metros y un peso de 1254.9 toneladas. Su construcción llevo además de madera piezas de hierro para reforzar su estructura. Su  imagen era de navío, de treinta y tres velas con tres palos y en mayor medía treinta metros. Hasta 1817 prestó servicio a órdenes del Capitán Thomas Hutton Wilkinson. Luego fue vendido al gobierno de Chile, quien encargo la misión a José Alvarez Condarco,  quien brindara un gran apoyo en las actividades de inteligencia al General San Martin previo y durante el cruce de la cordillera conocida como “Guerra de Zapa”.

A mediados de 1818 arribaba a Valparaiso , Chile; al mando de Guillermo Wilkinson, con una tripulación de cien hombres y equipado para su defensa con cuarenta y cuatro cañones. Ya en Chile el gobierno lo rebautiza “General San Martin” en homenaje al libertador. La tripulación continuara en el buque.

La primera misión que cumple fue ese mismo año fue la captura de la fragata española “María Isabel”. Esta operación, se realiza al mando del contraalmirante Manuel Blanco Escalada.(1)

A fines de 1818, asume como comandante de la escuadra chilena, Lord  Thomas Cochrane, el San Martin, fue el “buque insignia” donde estaba embarcado el comandante de la escuadra. Alli, relata Vicuña Mackenna, tenía el navío cuatrocientos noventa y dos tripulantes con un equipamiento de 62 cañones. Previo a la expedición libertadora, participo en dos operaciones en el Pacífico hasta las costas peruanas. En 1820 y 1821 se lanzo la campaña Libertadora participando de la captura de Pisco y la toma de Arica donde se abastece de mercadería europea y se reequipa con cañones y municiones del fuerte allí existente. Continuando su navegación a Mollendo donde cargo dos mil fanegas de trigo.(1)

Habiendo tomado Lima en forma pacífica, el Gral San Martin,y habiendo huido el Virrey La Serna, como  nuevo Comandante de Lima ordena llevar el trigo a Chorrillos para evitar el hambre de la población. En esta misión, anclo el navío a dos millas y media de la playa con la única  ancla  rota que tenia y la fuerza del viento la venció. Buscaron que encallara y comenzaron la actividad de rescate, a media noche Cochrane ordeno abandonar la nave con catorce pies de agua en las bodegas. Wilkinson continuo en el buque buscando salvarlo hasta que cuarenta y ocho horas arriba la Fragata Valdivia al mando del Capitán Henry Cobbett para salvarlo . Pero el navio se partió y hundió perdiéndose la artillería y la mercadería incautada en los puertos peruanos del sur.(1)

Las fuertes corrientes submarinas, hizo que rápidamente se destrozara el casco y se diseminara la carga en una amplia zona. El desastre no ocasiono perdidas de vida, solo del equipamiento.

Reunido el Consejo de Guerra en la Fragata Lautaro, se interrogo al Capitán Wilkinson y a varios tripulantes pero no se encontró responsables, liberando a la tripulación y consolidada la Independencia de Perú, la escuadra al mando de Cochrane emprende el regreso a Chile.

A fines de 1822, arriba al Perú el Ingeniero Británico Richard Trevithick a fin de realizar tareas de de buceo y rescate, logrando recuperar un gran número de cañones de bronce a cambio de las piezas de lata o cobre. Según testigos y la hija de Trevithick se recuperaron 2500 libras.

Es bueno recordar que fue el General San Martin, a cargo del gobierno de Lima, redacta el primer decreto de protección de las reservas arqueológicas del Perú. No existen antecedentes de investigaciones hasta  1982 y a posteriori en 1991/1993. Entre los elementos ,se encontraron cañones rusos, ingleses y según informes aportados fueron unas treinta piezas de artillería y munición. (1)

Los secretos que aún guarda este navío, van desde las técnicas de  construcción del navío hasta municiones, armas, cañones utensilios, ropa, juegos, instrumentos, herramientas y demás objetos de la época de la Campaña Libertadora del General San Martin.

Pero el sello a destacar es el reconocimiento de sus contemporáneos chilenos que no dudaron en honrar al General San Martin designando el buque comprado con su nombre como humilde homenaje a quién organizara y condujera la titánica campaña libertadora.

(1)    Jorge Ortiz Sotelo

 

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